viernes, 25 de enero de 2013

Aceptando Voluntariamente Un Programa



Conferencia AL ANON Salvador Valadez

A pesar de que Salvador es un miembro de Al Anon, si uno escucha sus conferencias -experiencias- te orienta en cierta forma para poder comprender también la codependencia.

Los doce pasos son los mismos.

Los codependientes con frecuencia somos hijos, pareja o amigos de algún enfermo de adicciones, por eso nos parecemos tanto.

Espero que puedan captar lo que aquí les presento, que me pareció excelente como primer vídeo. Ya que dice como es la experiencia para aceptar el programa y buscar ayuda.

Comentó.
Berenice


martes, 8 de enero de 2013

Mecanismos de defensa - Sexto Paso

Nuestros mecanismos de defensa
(transcrito del libro "Guía de los doce pasos para codependientes de Melody Beattie)

   Odio la frase "defectos de carácter", dijo Beth, "Yo elijo ver este paso de la siguiente forma: estuvimos enteramente dispuestos a que Dios nos sanara. No creo que actuemos de forma codependiente porque seamos defectuosos o malos. Pienso que actuamos en forma codependiente porque estamos heridos. Y decirle a alguien que está herido, que él o ella es defectuoso o que ha pecado o que no ha dado la medida, es abusivo. Aunque esta filosofía no da permiso a nadie a continuar haciéndose daño a sí mismo o a otra persona, lo anterior me parece más compasivo."

   Ya sea que lo llamemos "defectos de carácter" o "mecanismos de defensa", ¿qué buscamos en este paso? ¿Qué nos disponemos a pedir a Dios que nos quite? ¿Qué nos disponemos a soltar?

La manera de aferrarnos a las personas
De controlar
De manipular
La necesidad de controlar y manipular
La desesperación
Los temores
Los antiguos sentimientos que estén bloqueándonos
Las creencias negativas y limitantes
La preocupación
La necesidad de culpar a otros por nuestro dolor
Esperar para ser felices

   Nos disponemos a soltar nuestro miedo a ser controlados, que en muchos de nosotros es tan grande, o mayor, como nuestro deseo de controlar o manipular a otro. Dejamos de permitir a otros que controlen nuestra vida, nuestra felicidad y a nosotros mismos.
   Nos disponemos a soltar nuestra necesidad de ser cuidadores, nuestra tendencia a enfocarnos en los problemas, asuntos, sentimientos, necesidades, elecciones y vida de otros; la creencia subyacente de que somos responsables de otros.
   Nos disponemos a ser sanados de nuestros asuntos que subyacen al sobrecuidado de otros: límites débiles o inapropiados; un sentido confuso de mí mismo, de mi responsabilidad conmigo mismo y de la responsabilidad de los demás.
   Nos disponemos a ser sanados de la creencia de que otros o nosotros mismos son/somos incompetentes y no pueden/podemos cuidar de sí/nosotros mismos.

  Nos disponemos a soltar:  

La baja autoestima
Nuestro abandono, y la creencia de que no somos responsables de nosotros mismos y no podemos cuidarnos
Nuestro deseo de que otros nos cuiden, o sean responsables de nosotros
El autorechazo
El odio a nosotros mismos
La falta de confianza en nosotros mismos
La falta de confianza en Dios, en la vida y en el proceso de recuperación
Nuestros problemas de confianza con las personas: confianza mal dada o falta de confianza cuando es apropiado confiar
Nuestras adicciones
La culpa
La vergüenza, ese sentimiento de que no está bien ser quien somos

   Nos disponemos a soltar nuestra incapacidad de poseer nuestro propio poder, de pensar, sentir, ser quienes somos, cuidar de nosotros mismos y gozar de la vida. Nos disponemos a soltar nuestra dificultad para poner linderos y límites adecuados con los demás.

  Nos disponemos a soltar nuestra renuencia a sentir y a manejar nuestros sentimientos:

Nuestra dificultad para manejar el enojo y expresarlo
Nuestra incapacidad de experimentar gozo y amor
Nuestra negatividad, desesperanza y desesperación
Nuestro miedo al gozo y al amor
Nuestro temor a comprometernos
Una mente cerrada, nuestro corazón cerrado
Nuestra atracción hacia personas no disponibles o sistemas disfuncionales
Nuestra necesidad de estar en relaciones y sistemas disfuncionales
Nuestra necesidad de ser perfectos
El abuso en nuestra niñez
Nuestra necesidad de ser víctimas y nuestra participación en la victimización 

   Nos disponemos a soltar nuestro miedo a la intimidad y a la cercanía, y a nuestra tendencia a sabotear las relaciones. Nos disponemos a soltar nuestros problemas y miedos en relación con la sexualidad.
   Nos disponemos a soltar nuestros bloqueos y barreras al gozo y al amor, aun cuando no podamos nombrar esos bloqueos y barreras. Pedimos a Dios que nos quite todo lo que evita que tengamos lo que nos merecemos en la vida. Pedimos a Dios que nos muestre los bloqueos o defectos que necesitamos estar dispuestos a soltar, y que nos ayude a estar dispuestos a soltarlos.
   Nos disponemos a ser sanados de nuestro pasado; de sentimientos no resueltos de culpa, enojo, dolor y tristeza por las múltiples pérdidas sufridas. Nos disponemos a soltar las creencias negativas que hemos guardado de nuestro pasado, tales como: somos indignos de recibir amor; somos una desilusión, una carga, no suficientemente buenos, estúpidos, no merecedores de nada, un problema y una molestia. 
   Nos disponemos a soltar todos nuestros "no merezco": no merezco amor, felicidad, éxito. No merezco un sombrero nuevo, un auto nuevo. No merezco divertirme, gozar la vida, ser escuchado, cuidado.
   Nos disponemos a soltar el paquete entero de la codependencia. Nos disponemos a soltar lo que hayamos descubierto en los Pasos Cuatro y Cinco, lo que salga a flote durante el curso diario de nuestra recuperación, lo que no nos gusta, no queremos, no aguantamos, nos hace sentir impotentes y queremos desechar.
   Cualquier cosa que ya no sirva; cualquier comportamiento o creencia que nos estorbe: esto es lo que nos disponemos a soltar.
   Entre más adentro estemos dispuestos a llegar, más profunda será la sanación que recibiremos.
   No limitemos este paso a los defectos. Este paso trabaja también para sentimientos, y los sentimientos nos son defectos. Si nos hemos atorado en un sentimiento particular, especialmente el miedo, la ira, el resentimiento, el pesar o la tristeza, nos disponemos a soltarlo. 
   Un amigo me preguntó alguna vez cuánto necesitábamos soltar:
    "Casi todo", le dije. "Hasta lo bueno que queremos."
   Estamos en un viaje, pero no significa que debamos cargar con equipaje pesado. Debemos viajar ligeros. 
   He aprendido que la clave está en soltar: soltar lo que quiero, lo que no quiero, lo que necesito, lo que deseo cambiar, lo que siento; mis planes, agenda, esperanzas, sueños, metas y sentido del tiempo. Necesito soltar personas, relaciones, proyectos. Si no lo hago, me encuentro tratando de controlarlos, y controlar no funciona. Soltar es lo opuesto a tener miedo.
   Qué pérdida de tiempo, quizá digan algunos. Primero debemos identificar una necesidad, deseo, sentimiento: ¿luego tenemos que soltarlo? ¿No sería más fácil ignorarlo, negar nuestros sentimientos acerca de ello, si de todas formas lo debemos soltar?
   Quizá, pero así no es como funciona este proceso. La victoria, la sanación, el júbilo están en el superar. Están en el soltar y luego en el recibir. 
   No existe comportamiento alguno demasiado grande o pequeño para no ser trabajado en este paso. Cuando damos paso, cuando nos declaramos enteramente dispuestos a que Dios retire nuestros mecanismos de defensa, estamos en camino de ser cambiados.

Sexto Paso

Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de todos estos defectos de carácter